HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA

Uno de los aspectos más destacados y significativos del legado intelectual de Guillermo Díaz-Plaja es la colección de libros de texto que publicó a lo largo de su vida, destinados a la enseñanza de Lengua y Literatura para estudiantes del entonces denominado Bachillerato o Enseñanza Media. Los manuales sobre Gramática y Literatura española que concibió y escribió para facilitar la comprensión de los dos instrumentos claves del idioma y de las letras fueron el modelo didáctico que sirvió a varias generaciones de españoles. El propio autor, tanto en entrevistas, como en su vida privada, mantenía que se sentía orgulloso por haber contribuido a la formación de tantos y tantos miles ¬tal vez millones¬ de personas que trabaron conocimiento con el lenguaje, los literatos y sus textos a través de sus libros de texto. Y nada le satisfacía más que encontrar a médicos, abogados, arquitectos, o personas de cualquier profesión u oficio, que reconocían que a través de esos textos aprendieron a amar la Literatura y aficionarse a la buena lectura.

Historia de la Literatura española es el título seleccionado como muestra dentro de una copiosa bibliografía de decenas de libros de texto dedicados a todos los cursos de la Enseñanza Media que comenzó en 1935 y se extendió hasta bien entrados los años setenta. En estos casi cuarenta años Díaz-Plaja publicó numerosas ediciones tanto de Lengua como de Literatura para irse adaptando a los diversos cambios en los planes de estudios que marcaba el Ministerio de Educación. El ejemplo elegido ¬que podría ser otra edición posterior o anterior de las numerosas que se publicaron¬ es de 1943 y está destinada a alumnos de los últimos cursos del Bachillerato. Su objetivo es darles una visión de conjunto del panorama histórico de nuestra literatura y sus principales movimientos y autores, pero su particularidad didáctica está ya enunciada en su subtítulo que reza: A través de la crítica y de los textos. Esto significa que la propuesta docente de Díaz-Plaja no se limita a ofrecer la consabida narración cronológica de autores y su correlación con su letanía de obras. Por el contrario, el profesor supera ese método de exposición tradicional y ofrece una visión mucho más contextualizada de los períodos históricos en los que surgen los diferentes movimientos literarios y corrientes artísticas. Y es a partir de esta ubicación donde aparecen y tienen sentido las figuras de los escritores, también enmarcadas en sus peculiaridades biográficas, donde se explican las obras claves de su producción literaria.

La presentación alternada de los estudios de las épocas clave de la Cultura ¬Edad Media, Renacimiento, Barroco, Romanticismo, Modernismo, Generación del 98¬ tiene en los textos de Díaz-Plaja una brillantez expositiva y una capacidad de seducción didáctica como antes de sus innovaciones sólo se encontraban en los libros de texto escolares de Francia e Italia, en los que él se inspiró en parte. Además, junto a las presentaciones de períodos y movimientos culturales, los libros ofrecían numerosos grabados e ilustraciones, asimismo una innovación en un panorama en el que la mayoría de libros de Lengua y Literatura en aquellas épocas ¬años cuarenta, cincuenta y sesenta¬ eran áridos, desprovistos de cualquier imagen gráfica y con escasos o nulos ejemplos de fragmentos de los autores de los que se trataba.

Porque también en las obras didácticas, Díaz-Plaja ofrece en el libro elegido (como en casi todos los demás escritos y publicados por él) ejemplos de la producción literaria, mediante la reproducción de algunos fragmentos tanto de prosa como de verso de los diversos escritores que se están estudiando. La propuesta pedagógica subyacente a esta presentación era que la correlación entre lo que el texto explica sobre el autor en cuestión y la muestra de una parte de su producción facilita la comprensión por parte de los alumnos. Con estos presupuestos de gran innovación y audacia didáctica en la España de la postguerra no es de extrañar que los libros de Lengua y Literatura de Díaz-Plaja fueran durante varias décadas ¬entre 1940 y 1980¬ los textos de referencia para la Enseñanza Media española. Y no sólo en España: a partir de mediados de los años cuarenta, diversos países de lo que entonces se llamaba Hispanoamérica y hoy Latinoamérica adoptaron sus obras didácticas. Así, mediante a adaptaciones a los planes educativos de cada uno de los países, aparecieron ediciones en Argentina, Chile y México, ampliando el espectro de influencia del autor al otro lado del Atlántico. Una región, por otra parte, donde ya era conocido a través de sus numerosos viajes invitado como conferenciante en universidades e instituciones académicas de las Américas de habla hispana.

La aportación capital de Díaz-Plaja a la didáctica de la enseñanza de la Lengua y Gramática castellana y a la docencia de la Literatura española a través de sus textos –de los que se publicaron decenas de ediciones que suponen una parte sustancial de su amplia Bibliografía¬ ha sido ampliamente reconocida por los expertos académicos y los críticos literarios. Es una faceta coherente con su vocación pedagógica que se ha reflejado en su constante ejercicio de la labor docente, primero como profesor en la Universidad de Barcelona, una carrera académica truncada por la Guerra Civil, posteriormente a través de su experiencia directa con los alumnos en la Cátedra del Instituto de Enseñanza Media Jaime Balmes, y después en la Escuela (más tarde Facultad) de Estudios Empresariales, ambas también en la Ciudad Condal, desde su acceso en 1935 hasta su jubilación en 1974.

Para esta sinopsis se ha utilizado la edición de 1943 (Ediciones La Espiga).

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