Guillermo Díaz-Plaja era ya ventajosamente conocido en España y fuera de ella por sus publicaciones: unas, monográficas, estrictamente científicas; otras, como su libro sobre el Romanticismo español, pertenecientes a ese grupo —tan útil en nuestro país — que junta a la construcción histórica un deseo de hacer llegar la materia literaria a zonas más amplias de la población culta. Aquí corresponde también este volumen sobre La poesía lírica española, recientemente publicado en Barcelona por la Editorial Labor.

Se juntan en Díaz-Plaja dos condiciones que con poca frecuencia se reúnen en un mismo escritor. De una parte es un auténtico historiador de la cultura, apasionado por su tema (y claro está que con una «Einstellung» muy de nuestro siglo), hábil para dar perfiles netos y a la par no empobrecidos de los más intrincados momentos de la Humanidad (en este sentido nada mejor que las breves introducciones que preceden a cada una de las épocas literarias que en el libro se estudian: Renacimiento, Barroquismo, Romanticismo, etcétera). Y por otro lado, es un excelente catador de poesía. Su sentencia no falla, y hasta el lector llega, por medio de un sutil análisis estilístico, al secreto de la emoción de un ritmo o un giro, al ambiente prodigioso de una imagen.

Hay, pues, una matizada equilibrada ponderación de partes y perspectivas en este libro (hueso y carne, lo estructural y lo material), reforzada aún por el propio temperamento del escritor, poco llevable, como tantos otros, por súbitos impulsos: grandes amores u odios grandes. Bien está, a veces, el frecuente crítico apasionado; pero bien siempre el raro crítico sereno. A este segundo grupo pertenece Díaz-Plaja. Junto al milagro eterno de la poesía, intérprete suyo en el campo español, no tiene ni un momento de incomprensión, ni de desmayo o veleidad. Su crítica amplia, cimentada y humana está hecha para la duración. ¡Ojalá hubiera en nuestro ruedo muchos ejemplares de tal ponderación y tal tino!

Es, en fin, la obra de Díaz-Plaja, un libro indispensable para todos los estudiosos, un tesoro codiciable para todos los amantes de la lírica española.

Dámaso Alonso, (1942.), La obra de G. Díaz-Plaja a través de la crítica, págs.72-73.